
Me cansé de la tele, me cansé de la radio, me cansé de lo mismo, me cansé de los políticos. Porque ahora quiero ser una persona que llegue al fondo del alma, quiero tener la vida, quiero tenerla siempre.
Los funcionarios no funcionan.
Los políticos hablan pero no dicen.
Los votantes votan pero no eligen.
Los medios de información desinforman.
Los centros de enseñanza enseñan a ignorar.
Los jueces condenan a las víctimas.
Los militares están en guerra contra sus compatriotas.
Los policías no combaten los crímenes, porque están ocupados en cometerlos.
Las bancarrotas se socializan, las ganancias se privatizan.
Es mas libre el dinero que la gente.
La gente esta al servicio de las cosas.
Tiempo de los camaleones: nadie ha enseñado tanto a la humanidad como estos humildes animalitos.
Se considera culto a quien bien oculta, se rinde culto a la cultura del disfraz.
Se habla el doble lenguaje de los artistas del disimulo. Doble lenguaje, doble contabilidad, doble moral: una moral para decir, otra moral para hacer.
La moral para hacer se llama realismo.
La ley de la realidad es la ley del poder. Para que la realidad no sea irreal, nos dicen los que mandan, la moral ha de ser inmoral.
Quien no se hace el vivo, va muerto. Estás obligado a ser jodedor o jodido, mentidor o mentido.
Tiempo del qué me importa, del qué le vas a hacer, del no te metas, del sálvese quien pueda.
Tiempo de los tramposos: la producción no rinde, el trabajo no vale.
En el Río de la Plata, llamamos bobo al corazón. Y no porque se enamora: lo llamamos bobo por lo mucho que trabaja.
A veces me pregunto yo si en vez de odio y de rencor no puede hacerse mas amor, a veces me pregunto yo por que un negro habrá de ser solo inferior por su color y a veces me he de preguntar por qué a patadas tratarán a los perritos callejeros sin hogar, a veces me pregunto yo por qué la gente abandonó al inocente ser que sin querer nació, como yo hubo quien no lo pensó. A veces me pregunto yo por qué será que se arrancó para vender la pobre flor, por qué los hombres con afán a aquellos árboles que dan su buena sombra cortarán y a veces me he de preguntar por qué hay tan poca caridad, por qué es la fuerza la que impone a la verdad, por qué faltando lo esencial a de triunfar lo material y el que persigue un ideal acabará, pobre de este mundo, actuar. A veces me pregunto yo por qué la prisa se inventó y tanta gente se mató, a veces me pregunto yo si un muro debe separar a los que se quieren abrazar y yo me vuelvo a preguntar por qué millones gastarán en cosas que de angustia nos harán temblar, ellos podrían repartir para aliviar tanto sufrir y el mundo de la mano redimir, tú también lo puedes pensar y tal vez podamos ayudar.